Los críticos más autorizados de la región coinciden en elogiar la calidad artística del Concierto del Bicentenario, Asturias con Colombia, celebrado en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo el pasado 23 de Junio.
En su columna de La Nueva España, titulada Presente y futuro, Joaquín Valdeón enfatiza en que Beatriz Díaz “tiene el don de la musicalidad -¡en cuántos cantantes y músicos profesionales no se manifiesta!-, además de un magnífico instrumento y una buena orientación en su formación. Siempre risueña sobre el escenario, destila una espontánea naturalidad que, unida al enorme gusto cuando canta, cautiva siempre. Beatriz Díaz es joven vocalmente, con lo que está en el camino y en la búsqueda de los roles vocales con los que, seguro, conquistará todos los escenarios donde acuda en su carrera ascendente e imparable”; y dice de Alejandro Posada que “es un director de enorme profesionalidad, preciso en su gesto y sensible, y mostró su mejor cara en los arreglos de música colombiana, donde lo que interpreta no es literalmente lo que está escrito en la partitura”.
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Por su parte, Aurelio Martínez Seco, director de la revista musical Codalario y crítico de La Voz de Asturias, quien, gracias a su fino oído, fue el primero en descubrir –hace ya algunos años– las características vocales de la soprano de Aller y de apostar por una exitosa carrera que ya se está empezando a fraguar, pone de relieve en su columna Aire fresco, que Beatriz Díaz es la mejor voz lírica del Principado de Asturias y añade que “estuvo extraordinaria. Fraseo exquisito, perfecta introspección dramática y un acusado lirismo, precioso de necesidad por las delicadas cualidades canoras de su timbre, convirtieron su actuación en una verdadera delicia”. De Alejandro Posada destaca que ofreció “lo más interesante del repertorio sinfónico colombiano, que fue lo que mas emocionó del trabajo orquestal” de la Oviedo Filarmonía, cuyos músicos parecían bailar con un muestrario “en el que el maestro colombiano puso su alma”.
El crítico Ramón Avello que vertió su opinión bajo el titulo Un gran concierto para una buena causa y pidió, expresamente, en su columna, la Medalla de Asturias para el padre Pérez, fundador de Padrinos Asturianos (lo que le agradecemos enormemente desde aquí), subrayó que “Alejandro Posada transformó a la Oviedo Filarmonía en una orquesta tropical, de cumbia y ballenato” y recalcó que lo más bello de la voz de Beatriz Díaz “es la ‘messa di voce’ esa manera de decir el canto con matices y articulación variando a cada segundo la intensidad y que se le escucha muy segura en la técnica y muy comunicativa en la cualidad de emocionar”.
Desde este observatorio, menos autorizado y experto, sólo nos resta decir: ¡Bravo, Beatriz! ¡Bravo, Posada! ¡Bravo, Oviedo Filarmonía!