La Cumbre fue el destino elegido por la expedición de Padrinos Asturianos el sábado 20 de febrero. Es uno de los 42 municipios que conforman el Valle del Cauca y está situado a 30 kilómetros de Santiago de Cali, dirección noroeste, y a casi 1.600 metros de altitud. Con 10.000 habitantes de población y una economía basada en la agricultura es un lugar relativamente tranquilo para vivir, desde donde se avistan bellos paisajes y se respira un aire fresco que se echa a faltar en la asfixiante capital vallecaucana.
Vinculados a la parroquia de San José, la institución tiene apadrinados allí a 24 niños y jóvenes, bajo la coordinación de Rosario Llanos y Elizabeth Tascón.
La visita matinal trajo la buena noticia de que una de las chicas apadrinadas acababa de terminar sus estudios de grado e iniciado una pasantía, junto con la menos buena de que uno de los muchachos había cesado en el programa para ponerse a trabajar en un supermercado.
Las enrevesadas situaciones personales de tantos y tantos niños colombianos impiden la escolarización a largo plazo de los que se ven obligados a abandonar los estudios al llegar a la adolescencia por tener que ocuparse del sustento de sus madres o abuelas, con las que suelen convivir, junto a sus hermanos. Son muchos los que viven separados de la figura del progenitor a quien, en muchos casos, ni siquiera llegan a conocer.
En su alocución en el salón parroquial, el padre Pérez animó a los niños a seguir estudiando y recordó a las coordinadoras que “sin un correcto seguimiento no cabe el apadrinamiento eficaz”.
Más información en el álbum fotográfico “La Cumbre 2010” alojado en:
http://www.facebook.com/pages/Padrinos-Asturianos/164792324101?ref=ts
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